
Altos funcionarios comerciales de Estados Unidos y China concluyeron dos días de conversaciones que ambas partes calificaron de constructivas, acordando continuar los esfuerzos para extender la tregua arancelaria vigente de 90 días. Las conversaciones, celebradas en Estocolmo, tienen lugar cuando la tregua —establecida en mayo— vence el 12 de agosto.
El negociador comercial chino Li Chenggang declaró que ambos países se habían comprometido a mantener la pausa temporal en la imposición de aranceles recíprocos. Sin embargo, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, enfatizó que cualquier prórroga de la tregua dependería, en última instancia, de la aprobación del presidente Donald Trump.
“No hay nada acordado hasta que hablemos con el presidente Trump”, dijo Bessent a los periodistas, aunque señaló que las reuniones fueron productivas. “Simplemente aún no hemos dado el visto bueno”.
En declaraciones a bordo del Air Force One a su regreso de Escocia, el presidente Trump confirmó haber sido informado sobre las conversaciones y que recibiría información más detallada al día siguiente. Poco después de su regreso a la Casa Blanca, Trump reanudó el aumento de aranceles a los productos chinos, a lo que Pekín respondió con sus propias medidas. En mayo, ambas partes alcanzaron una tregua temporal después de que los aranceles superaran los cien.
En la actualidad, los productos chinos siguen sujetos a un arancel adicional del 30 % en comparación con principios de 2024, mientras que los productos estadounidenses que ingresan a China enfrentan un aumento del 10 %. Sin una prórroga formal, estos aranceles podrían reimponerse o incrementarse aún más, lo que podría desestabilizar nuevamente los flujos comerciales mundiales.

Más allá de los aranceles, Estados Unidos y China siguen enfrentados por una serie de cuestiones, entre las que se incluyen la exigencia de Washington de que ByteDance se desprenda de TikTok, la aceleración de las exportaciones chinas de minerales críticos y las relaciones de China con Rusia e Irán.
Esta fue la tercera ronda formal de negociaciones entre ambos países desde abril. Los delegados también discutieron la implementación de acuerdos anteriores entre el presidente Trump y el presidente Xi Jinping, junto con temas cruciales como los minerales de tierras raras, vitales para tecnologías como los vehículos eléctricos.
Li reiteró que ambas partes son “plenamente conscientes de la importancia de mantener una relación económica estable y sólida entre China y Estados Unidos”. Por su parte, Bessent expresó optimismo, destacando el impulso generado por los recientes acuerdos comerciales con Japón y la Unión Europea. “Creo que China estaba dispuesta a entablar conversaciones más amplias”, añadió.
El presidente Trump ha manifestado reiteradamente su frustración por el enorme déficit comercial de Estados Unidos con China, que alcanzó los 295.000 millones de dólares el año pasado. El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, afirmó que Estados Unidos ya está en camino de reducir ese déficit en 50.000 millones de dólares este año.
Sin embargo, Bessent aclaró que Washington no busca una desvinculación económica total de China. "Simplemente necesitamos reducir el riesgo de ciertas industrias estratégicas: tierras raras, semiconductores y productos farmacéuticos", afirmó.
Fuente:BBC
Fecha de publicación: 30 de julio de 2025






